viernes, 30 de marzo de 2012

LA SITUACIÓN DE ISLANDIA


Hoy os voy a hablar sobre la situación de Islandia. 

Islandia era uno de los países más “inflados” de toda Europa. El índice general de precios (IPC), era de los más altos, también, se pagaba una altísima cantidad de impuestos. 

Toda la “supuesta riqueza” de Islandia procedía de algo que sí que se está mencionando en todos los medios de comunicación, la banca o el sector financiero. 

Pero este artículo no esta destinado a analizar Islandia económicamente, sino que mi propósito es que se vea el “cambio” que se ha producido en ese país, transformándose así en un modelo a seguir.
En Islandia, como he dicho, se estaba produciendo una inflación. Pero la pregunta es: ¿De quién fue la culpa? Los culpables se localizaban en el propio gobierno que ellos mismos habían votado, los cuales comentían errores y  ni siquiera se hacía público de quiénes eran, es más, siguían cobrando con normalidad. Los islandeses se echaron a las calles e hicieron un referéndum para renovar todo su gobierno, todos fueron despedidos. El primer ministro, el cual había permitido endeudarse al país, que los bancos fueran los impulsores de la inflación y de la posterior crisis, está en proceso de juicio. 

Otra de las cosas que han hecho los islandeses es iniciar un proceso de nueva Constitución, ésta, esta siendo elaborada por personas de diferentes cargos profesionales como pueden ser médicos, abogados o economistas.
Y la variable cambiada en Islandia, y de las que veo más impactante, es la negación a pagar la deuda con Reino Unido principalmente.
“Cambio” es la palabra que nos puede ayudar a salir de esta crisis. La cooperación entre el proletariado puede llevar a que los “grandes” se den cuenta de que no estamos de acuerdo. Mientras tanto, seguiremos igual. Ellos pensaran que tomando las medidas que les favorezcan nosotros no nos pondremos en su contra. La situación es cada vez menos favorable para el trabajador, y que no les hagan creer lo contrario. Se empieza por hacer pequeñas reformas, se acaba con grandes. Mientras nosotros estemos “dormidos”, la clase trabajadora seguirá sufriendo a beneficio de los poderosos. 


viernes, 23 de marzo de 2012

LA BANCA COMO FINANCIADORA DE LA GUERRA


La Banca a lo largo de los años ha intervenido en muchas guerras siendo así la financiadora principal.
Por ejemplo, en la revolución rusa de 1917, Trosky, un judío que fue uno de los personajes más importantes de la revolución bolchevique, fue ayudado desde los Estados Unidos de América, por el secretario del Tesoro y por el coronel House, que era la persona que ejercía como “presidente” dominando al que había en la época. Estos le proporcionaron dinero y permitieron que se llevase a miles de personas a Rusia.
Otro personaje de gran importancia en la revolución rusa, Lenin, que será el presidente desde 1917 hasta 1924, fue ayudado por la banca Rockefeller, que le proporcionó grandes sumas de dinero destinados a la compra de armas.

Otra gran intervención de los bancos, y creo que la más inoportuna, fue la de la Primera Guerra Mundial. Los bancos estadounidenses habían financiado a Inglaterra en la guerra, y en el curso de la guerra no quedaba muy bien definida como ganadora ante la gran resistencia alemana. Por lo tanto, los bancos estadounidenses presionaron al presidente para que interviniera en la guerra, ya que, si Inglaterra perdía, la cantidad de dinero prestada no sería retornada.
Muchos historiadores dicen que si Estados Unidos no hubiese intervenido en la guerra, los aliados y las potencias centrales hubieran llegado a un acuerdo de paz, por tanto, no se habría producido el Tratado de Versalles ni el sentimiento de humillación alemán y la posterior oleada de fascismo que conducirían a la Segunda Guerra Mundial.  
Aquí podemos comprobar como la banca genera los conflictos a su antojo y se aprovecha de situaciones extremas para el beneficio propio. Esto lo permite el sistema y, como ya he mencionado muchas veces, se necesita un cambio de este. 



martes, 6 de marzo de 2012

¿DEVALUAR LA MONEDA?


España pertenece, no hace muchos años a un organismo que todos conocemos llamado Unión Europea. Por consiguiente, tiene unas características en común con los países pertenecientes a esta, una de ellas es la moneda, el euro. 

Esto supone una serie de ventajas entre las cuales podría estar la de la reducción de la competencia en algunos productos.

Pero en momentos de crisis, la devaluación de la moneda del país supone grandes ventajas en lo referente a estabilizar la balanza de pagos, que es la diferencia entre exportaciones e importaciones de un país. 

Se puede devaluar la moneda de un país de diferentes maneras, la más frecuente es a través de la intervención del Gobierno. Os lo explicaré con un mero ejemplo: 

La banca central de un país imprime sus billetes en base a las órdenes de un organismo “superior” a él que le determina la cantidad. Cuando este organismo ordene que se impriman una gran cantidad de billetes, supongamos que son dólares, habrá tanta cantidad que ese dólar valdrá cada vez menos. Todo se rige a través de la ley de la oferta y la demanda: cuanta más oferta hay de un determinado bien, menos valor tiene y viceversa. Por tanto, supongamos que el dólar se sitúa 2 puntos por debajo del euro: 1€= 2$. Ahora todo aquel que tenga euros podrá especular y hacer inversiones en América ya que los precios son mucho más bajos que en su país. América ganaría en inversiones y exportaciones. Su balanza comercial se estabilizaría, ya que se reducirían las importaciones porque en el exterior todo es más caro, y aumentarían las exportaciones por lo comentado anteriormente. 

Pero la otra cara de devaluar la moneda, reside en el hecho de que al hacer esto el poder adquisitivo de la persona de a pie del propio país disminuye considerablemente. Llevado a extremos, nos encontraríamos con el caso de Alemania después de la Primera Guerra Mundial la cual imprimió billetes en masa produciendo el efecto de inflación de los precios, empobreciendo a la población y perjudicando gravemente a los ahorradores. Estos se encontraban con que el dinero que tenían ahorrado ahora no valía nada. Seguidamente  se produjo lo que mucha gente denominó “el milagro alemán”, del cual hablaré en artículos posteriores. 


En mi opinión, el hecho de devaluar la moneda supone un ingreso en lo que concierne a la actividad económica del país, en cierto modo. Pero supone un coste social, relativamente importante. Por consiguiente, en momentos de crisis se podría aplicar esta política pero no llevada a extremos, como el caso de Alemania. 

A pesar de todo, no es una medida que puedan llevar a cabo los países de la Unión Europea, incluido el nuestro. Yo creo que para la economía española sería una muy buena medida a tomar con el objetivo de la recuperación. Pero no es viable, ya que no tiene moneda propia, y en el caso de solicitar una devaluación del euro, seria rechazada ya que se produciría un desacuerdo entre países. 


Muchas gracias pos su atención, espero que les haya servido. Agradecería comentarios, les responderé con gusto. 



jueves, 1 de marzo de 2012

LA "MALDAD" DEL GOBIERNO


En momentos de recesión, sobretodo en el actual, se habrán preguntado por qué el Gobierno no ha intervenido con lo referente al tema del sector financiero o con la especulación inmobiliaria. También en las injusticias como que una persona sea desalojada de su piso por qué no tiene para pagar su gran hipoteca, concedida en su tiempo por los bancos los cuales ahora les quitan su piso y además les hacen continuar pagando. Esos bancos que el Estado ha salvado con los impuestos de los ciudadanos que son los que realmente necesitan ayuda en momentos de crisis tan profunda como la actual.
¿Por qué el Estado ha rescatado tantos bancos? ¿No los podría nacionalizar? ¿Por qué se permite esta cantidad de fraude fiscal? Todas estas preguntas serán contestadas a continuación.

El poder real de nuestro sistema económico no reside en el Gobierno como mucha gente piensa. Algunas personas piensan que el Gobierno no cambia las cosas porque no le “interesa”. No os voy a mentir, es verdad que no le interesa pero yo creo que no es por lo que todos creemos, la corrupción. Hay corrupción, pero el problema son los fallos del propio sistema económico.

Nuestro sistema a lo largo de los años ha permitido que el poder del mercado resida en manos de pocas personas o de una sola. Esto les da poder para decidir no sólo en el mundo de la empresa sino también en la sociedad. 

Pongamos un mero ejemplo: 

La empresa Nike, se ha comprobado que ha utilizado mano de obra infantil. Lo cual no está permitido, entre otras calamidades que seguramente ni siquiera han salido a la luz. En principio, se les tendría que haber clausurado el negocio, pero esto no ha pasado. ¿Por qué? Imaginemos por un momento que Nike cerrara, la cantidad de gente que se quedaría sin trabajo sería espectacular, la cantidad de subsectores que Nike mueve también caería junto con sus respectivos trabajadores. Se produciría una catástrofe económica. No interesa que las grandes empresas caigan, porque éstas generan una cantidad de dinero y empleos enormes, no importa que cometan algunas “travesuras”. 

El poder de las grandes empresas también se extiende al sector social. Supongamos que el Gobierno quiere hacer una política restrictiva, con la finalidad de recaudar fondos para el Estado porque está en déficit, por tanto, recauda dinero del sector más poderoso, la gran empresa. Pretende subir el salario mínimo para que se produzca un incremento de la renda y, por tanto, un incremento de la contribución al Estado. Esto no sería factible porque provocaría que las empresas se trasladaran a otros países, provocando así un aumento del desempleo a gran escala. 

No digo que no haya corrupción en el Gobierno, es más, yo apuesto no por un Gobierno formado por personas de a pie, yo apuesto por una serie de organismos a escala regional integrados por eminencias en sus respectivas materias. Explicaré este modelo más detenidamente en otro artículo.

Nuestro Gobierno esta dominado por las grandes empresas, actuamos en función de lo que ellas nos marquen. Las leyes las favorecen totalmente. La solución seria un acuerdo a escala mundial de todos los países en el cual se mejoraran las condiciones de trabajo. Solo así se podría alcanzar un mejor nivel de vida. Pero esto tampoco interesa a los países poderosos los cuales perderían riqueza. Así que sólo se puede esperar, ya que este proceso de cambio es lento y muy costo. Las clases perjudicadas por el sistema deberán organizarse de nuevo, como hicieron en la revolución francesa o en la rusa, para empezar a cambiar cosas, sino actúan los grandes organismos en función de sus intereses. No propongo una revolución, sino una protesta a través de la vía sindical. Pero la situación no está suficientemente mal, todavía, para que se produzcan tales hechos y esperemos no haber de llegar a extremos.